Los incendios en viviendas se cobraron en España 35 víctimas mortales solo en los cinco primeros meses de este año, según informa la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB). Seguramente, muchas de estas muertes podrían haberse evitado con un detector de humos. De hecho, la Fundación Mapfre junto a la APTB ha realizado un estudio en el que se refleja que la práctica totalidad de los fallecimientos producidos por incendios en viviendas podrían haberse evitado con estos sistemas de detección de incendios colocados adecuadamente.
Precisamente, la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos ha puesto en marcha una campaña de concienciación. Su objetivo no es otro que conseguir que el Gobierno regule el uso de sistemas de detección en los hogares españoles. Este colectivo considera que la utilización de estos aparatos en los sectores empresarial e industrial es admisible. Sin embargo, en el ámbito doméstico afirman que el uso de estos utensilios es insuficiente. Señalan además, que otros países europeos como Francia o Alemania nos sacan mucha ventaja en este sentido. Tanto es así que en otros estados europeos estos sistemas de detección son un elemento obligatorio en las viviendas.
No es de extrañar, los estudios técnicos llevados a cabo tras la propagación de incendios en viviendas determinaron que los detectores de incendios son un elemento fundamental para salvar vidas humanas si se desata la tragedia. Concretamente, en Norteamérica el 93% de la población incluye alguno de estos sistemas en sus casas desde la década de los 70, además este factor se reguló mediante una ley que le otorgó carácter obligatorio en 1980.
Precisamente, la meta que se marca el colectivo de bomberos es conseguir que desde el Gobierno se regule el uso de estos sistemas que podrían salvar muchas vidas humanas. Evidentemente, el primer paso en esta andadura sería revisar la normativa del Código Técnico de la Edificación. Esta nueva norma afectaría a todo tipo de viviendas, sea cual sea su altura y sus características. Conviene tener en cuenta que muchas de las víctimas mortales fallecen por inhalación de humo y no solamente por las llamas. El mayor riesgo se produce cuando se desata un incendio en una vivienda y los habitantes están dormidos, inhalan el humo sin llegar a despertarse y, por lo tanto, no tratan de escapar. Una alarma contra incendios emite ruido que despierta a la familia y quizá así puedan salir de la vivienda.